¡CUÁNTO ESTAMOS APRENDIENDO!
Es increíble cómo pasa el tiempo! Hace poco que comenzamos el proyecto de los bomberos y ya hemos aprendido gran cantidad de cosas sobre ellos. Se puede decir que somos unos expertos. Además de aprender todo lo comentado en entradas anteriores (a qué se dedican, su vestimenta, su lugar de trabajo…), hemos aprendido otras muchas cosas, entre ellas, algunas relativas al fuego.
Debemos tener claro cuáles son los usos de este elemento, tan útil y tan peligroso a la vez, para evitar diversos accidentes. Por eso nos hemos hecho esa pregunta: “¿Para qué sirve el fuego?” pensábamos que sólo para dar calor, pero nos hemos dado cuenta (parándonos a pensar más lentamente) que sirve también para iluminar o cocinar, por ejemplo. Y también sabemos que los niñ@s no pueden utilizarlo; sólo pueden hacerlo los adultos. Esto lo tenían claro, pues tod@s decían que ell@s no pueden usar mecheros. ¿Mecheros? Esto nos llevó a otra pregunta: “¿Cómo se produce el fuego?”. Imaginad la respuesta: “¡De los mecheros!”; a lo que otr@s dijeron rápidamente: “¡También de las cerillas!”. Fue entonces cuando empezaron a dudar de dónde procedía el fuego, pues podía ser de muchos sitios. Por lo tanto, investigamos y aprendimos que hacen falta tres cosas: “Combustible, oxígeno y calor”. “¿Y si quitamos alguno de estos tres factores?”, les pregunté. Tod@s dijeron que entonces no se produciría el fuego. “¿Quitamos el oxígeno, el aire que respiramos?”, les dije. Tod@s me miraron extrañados (¿cómo va a quitar el oxígeno?). Para ello hicimos un experimento: encendí una vela con un mechero y, después, la tapé con un vaso. Poco a poco, la llama desapareció y tod@s quedaron boquiabiert@s. ¡Es increíble todo lo que estamos aprendiendo!
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